La administración de un Parque debiera no solo cuidar sus áreas verdes, sino también educar a sus usuarios para el cuidado de un Parque valioso para todos los habitantes de la ciudad.
Las 3 Municipalidades que administran este Parque y que lo pudieron adquirir avalados por el Estado de Chile en la década de los 60, debieran recurrir a proyectos regionales que los provean de los recursos necesarios para su buena conservación.
Es evidente que la proliferación de concesiones y negocios privados en el Parque han contribuido a su deterioro, hoy reconocido por todos.